La técnica consiste en utilizar un aloinjerto fresco o congelado de un donante compuesto de cartílago y del hueso subyacente que se encastra en el nicho de la lesión osteocondral.
La técnica está indicada en pacientes con grandes pérdidas de sustancia osteocondral, habitualmente superiores a 4cm2. El aloinjerto se encastra en el paciente en marquetería ocupando exactamente el espacio de la lesión.